Viaje con niños.
Este pequeño municipio del Sobrarbe oscense, enclavado en pleno pirineo aragonés, alberga algunas de las mayores joyas de nuestra historia, reciente y ancestral.
El Dolmen de Tella.
A un kilómetro de Tella encontramos esta estructura funeraria megalítica del neolítico peninsular. Tras su descubrimiento y restauración, nos muestra los usos de aquellos primeros pobladores.
La ruta de las tres ermitas.
Ideal para hacer con niños, con un recorrido fácil por montaña y vegetación frondosa, la ruta discurre durante una hora con salida y llegada a Tella.
Se comienza en el pueblo, señalizado como "Circuito ermitas", desde la Iglesia de San Martín, donde también se encuentra una oficina de información del "Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido", donde se señaliza perfectamente el camino, que sale desde su portada.
La ruta tiene su primera parada en la ermita prerománica de los santos Juan y Pablo. Sin duda la que engloba todas las características típicas de una ermita, de pequeño tamaño, bóveda de cañón, ábside para la zona del altar, muy sencilla sin ornamentación. Tiene una cripta inferior, a la cual se accede por unas escaleras. Las vistas son espectaculares y la situación de la ermita desafía la coherencia humana.
http://senderos.turismodearagon.com/ruta.php?id_ruta=753
Este pequeño municipio del Sobrarbe oscense, enclavado en pleno pirineo aragonés, alberga algunas de las mayores joyas de nuestra historia, reciente y ancestral.
El Dolmen de Tella.
A un kilómetro de Tella encontramos esta estructura funeraria megalítica del neolítico peninsular. Tras su descubrimiento y restauración, nos muestra los usos de aquellos primeros pobladores.
Ideal para hacer con niños, con un recorrido fácil por montaña y vegetación frondosa, la ruta discurre durante una hora con salida y llegada a Tella.
Se comienza en el pueblo, señalizado como "Circuito ermitas", desde la Iglesia de San Martín, donde también se encuentra una oficina de información del "Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido", donde se señaliza perfectamente el camino, que sale desde su portada.
La ruta tiene su primera parada en la ermita prerománica de los santos Juan y Pablo. Sin duda la que engloba todas las características típicas de una ermita, de pequeño tamaño, bóveda de cañón, ábside para la zona del altar, muy sencilla sin ornamentación. Tiene una cripta inferior, a la cual se accede por unas escaleras. Las vistas son espectaculares y la situación de la ermita desafía la coherencia humana.
La siguiente es la ermita de Nuestra
Señora de Fajanillas. Con un pequeño pórtico de entrada, tiene una
disposición central y está bastante más usada que la otra (las paredes
están pintadas en blanco, por ejemplo). Tiene un pequeño ábside
semicircular y en el centro de la construcción se dispone el altar.
La última es la más
avanzada en el tiempo, la ermita de de la Virgen de la Peña. Es del
siglo XVI, aunque se cree que había antes una de época románica. Es la
más grande de todas ellas y sigue los rasgos típicos de las que hemos
visto. Existe un mirador a las espaldas de la ermita desde donde se situan todas las montañas de las zona, las ermitas y el pueblo, con información detallada.
http://senderos.turismodearagon.com/ruta.php?id_ruta=753
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