viernes, 21 de junio de 2013

Hallado un taller paleolítico de más de 200.000 años


El yacimiento, bien conservado, servía para fabricar herramientas y armas. Lissavetzky reclama que el hallazgo sea conservado y visitable.

El distrito de Vicálcaro sigue deparando sorpresas. Además de 824 tumbas visigodas en una de las parcelas y un poblado de la época aún por descubrir, las obras de urbanización del barrio de Los Ahijones han dejado al descubierto un taller de sílex del Paleolítico Inferior, bautizado como Charco Hondo. En el yacimiento, de entre 200.000 y 300.000 años de antigüedad, se fabricaban los utensilios y armas para la vida diaria.

 El nuevo hallazgo, cuya excavación comenzó hace dos semanas, se encuentra en el límite este de Los Ahijones, cuya extensión total es de 570 hectáreas. Tampoco se conoce aún con exactitud la antigüedad del hallazgo. Faltan nuevas pruebas para reducir la horquilla de 100.000 años. La datación más precisa permitirá delimitar si allí trabajaban neandertales o su predecesor, el homo Heidelbergensis.

El principal valor de Charco Hondo, cuyo perímetro está todavía por delimitar, aunque ya se han desenterrado unos 40 metros cuadrados, es su antigüedad, el hecho de que se haya mantenido completo pese al paso del tiempo, y el buen estado de conservación en el que se encuentra. "Es como si el taller se hubiera quedado congelado en el tiempo", explica Sergio Bárez, geoarqueólogo y codirector de las excavaciones. En los trabajos participan la junta de compensación, la Dirección General de Patrimonio Histórico y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Esta parte del distrito donde están previstas 14.500 viviendas está enclavada entre la M-45, el arroyo de los Migueles, la ermita de la Virgen de la Torre y la autopista de Valencia.

En el taller de herramientas recién excavado se fracturaban a golpes hace cientos de miles de años los nódulos (rocas de sílex de forma ovalada dentro de arcilla) con percutores de cuarcita o cuarzo. Era un trabajo de cantería que se ha mantenido en buen estado gracias a la peculiar geología del terreno, añade Bárez.

Los arqueólogos que trabajan en el terreno desde 2007 han descubierto hasta ahora 14 yacimientos paleolíticos relacionados con el aprovechamiento de sílex, el equivalente al metal moderno para fabricar utensilios. Todos los excavados han sido vaciados por los expertos y sus restos están en estudio. Los yacimientos anteriores se encontraban "en posición derivada", lo que significa que las piezas habían sido arrastradas por arroyos o desplazadas por movimientos de tierra. Solo este último, en el que media docena de arqueólogos trabajan ahora, mantiene todos los materiales in situ.

Los expertos obtuvieron las primeras pistas sobre el yacimiento en 2007, cuando comenzaron los trabajos de peritaje de la obra. Dejaron para el final este área porque está situada sobre una futura zona verde del planeamiento urbanístico en la que no habrá construcciones. "Esta es la verdadera oportunidad para Madrid, el sureste y Vicálvaro de hacer el primer museo en un yacimiento paleolítico in situ al aire libre", pide la edil socialista Ana García D'Atri, que esta semana reclamó en la comisión municipal de Las Artes que se compatibilice la urbanización del área con la preservación del otro yacimiento encontrado cerca (824 tumbas y restos de 1.500 individuos de entre finales del siglo V y el VII). El grupo municipal socialista, que encabeza Jaime Lissavetzky, considera que preservar el entorno sería "una seña de identidad que podría situar a Madrid a la altura de ciudades que sí han sabido hacer de su patrimonio un reclamo identitario y turístico".

Pero la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad ha decidido ya que no preservará el cercano enclave visigodo porque no tiene "relevancia". Tampoco está previsto que el yacimiento del Paleolítico corra mejor suerte. Se excavará, se estudiará, se extraerán las piezas y luego se tapará. "No pensamos que se convierta en museo al aire libre, porque los científicos nos han asegurado que el interés visual es mínimo. Además, el lugar es de muy difícil acceso", indican fuentes de la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura. "Cuando se haya terminado de estudiar, el lugar se reservará y se construirá la zona verde prevista", indican. Lo que no quiere decir, puntualizan, que se destruya nada, porque si es necesario volver a abrir el yacimiento en algún momento se podrá hacer.

La arqueóloga Ana Crespo, que durante año y medio dirigió estas excavaciones, resalta la riqueza arqueológica de la zona. "No solo son las tumbas, es un área riquísima en Paleolítico, pero, claro, son piedras e interesan menos, aunque un taller lítico como este tiene el mismo valor que cualquier otra excavación. Es nuestro patrimonio", comenta. Teme que la nueva Ley regional de Patrimonio, que protege menos este tipo de restos, pueda afectar a los hallazgos y pide que, si no se mantienen, al menos, se investiguen.


ElPais.com

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