Hace 2000 años los romanos ya entretenían a la plebe en el Coliseum o en los circos para apartarles de la dura realidad, del irremediable derrumbamiento del Imperio, tras más de mil años de hegemonía y dominio de casi todo el mundo conocido. El libro de cabecera de muchos políticos debe ser "El Príncipe de Maquiavelo" (1513) del que podemos extraer algunas ideas:
- Entretener al pueblo: Se debe entretener al pueblo en las épocas convenientes del año con fiestas y espectáculos; es decir, si al pueblo se le da pan y circo, no tendrán tiempo de razonar sobre otras cosas por estar entretenidos y se dispondrá del poder a su conveniencia.
- Delegar las medidas impopulares: Los príncipes debe ejecutar a través de otros las medidas que puedan acarrearle odio y ejecutar por sí mismo aquellas que le reportan el favor de los súbditos. Debe estimar a los nobles, pero no hacerse odiar del pueblo.
- Las injusticias y los favores: Las injusticias se deben hacer todas a la vez, para que hagan hagan menos daño (y no tengan ocasión de venganza) , mientras que los favores se deben hacer poco a poco con el objetivo de que se aprecien mejor. Es decir, los hombres de quien reciben un bien, no le causarán un mal, ya que se sienten con obligación ; y por lo tanto , el pueblo le tendrá afecto al príncipe.
- Simular y disimular: Es necesario ser un gran simulador y disimulador: y los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes que el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar.
- Apariencia: Cada uno ve lo que pareces, pero pocos palpan lo que eres. Así que se puede engañar muy fácilmente.
Pues como podemos concluir todo esto sigue vigente, los poderes fácticos siguen utilizándonos como si fuéramos estúpidos, y lo más grave es que siguen haciendo oídos sordos a las reivindicaciones que desde la calle les hacemos.
- Entretener al pueblo: Se debe entretener al pueblo en las épocas convenientes del año con fiestas y espectáculos; es decir, si al pueblo se le da pan y circo, no tendrán tiempo de razonar sobre otras cosas por estar entretenidos y se dispondrá del poder a su conveniencia.
- Delegar las medidas impopulares: Los príncipes debe ejecutar a través de otros las medidas que puedan acarrearle odio y ejecutar por sí mismo aquellas que le reportan el favor de los súbditos. Debe estimar a los nobles, pero no hacerse odiar del pueblo.
- Las injusticias y los favores: Las injusticias se deben hacer todas a la vez, para que hagan hagan menos daño (y no tengan ocasión de venganza) , mientras que los favores se deben hacer poco a poco con el objetivo de que se aprecien mejor. Es decir, los hombres de quien reciben un bien, no le causarán un mal, ya que se sienten con obligación ; y por lo tanto , el pueblo le tendrá afecto al príncipe.
- Simular y disimular: Es necesario ser un gran simulador y disimulador: y los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes que el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar.
- Apariencia: Cada uno ve lo que pareces, pero pocos palpan lo que eres. Así que se puede engañar muy fácilmente.
Pues como podemos concluir todo esto sigue vigente, los poderes fácticos siguen utilizándonos como si fuéramos estúpidos, y lo más grave es que siguen haciendo oídos sordos a las reivindicaciones que desde la calle les hacemos.